Que lance la primera piedra. Este dicho cae como anillo al dedo al presidente de la FIFA, el Sr. Gianni Infantino; ya que cuando asumió la presidencia indico que su predecesor, Joseph Blatter; fue una vergüenza para el futbol, por toda la corrupción que hubo detrás del FIFA Gate.
Ahora el Sr. Infantino, luego de cinco años del FIFA Gate, hace que este organismo; vuelva a estar en el ojo de la tormenta porque la Justicia de Suiza abrió proceso penal y una investigación contra este personaje, quien; trato de desvirtuar todo rápidamente indicando que “el que nada debe, nada teme”.
En medio de todo el relajo, Infantino recalcó que desde que empezó su mandato, intentó arreglar la corrupción en el organismo: “La gente recuerda bien dónde estaba la FIFA como institución en 2015, y cómo se requería una intervención judicial sustancial para ayudar a restaurar la credibilidad de la organización. Como Presidente de la FIFA, mi objetivo desde el primer día, y sigue siendo mi objetivo, es ayudar a las autoridades a investigar los errores cometidos en el pasado en la FIFA. Los funcionarios de la FIFA se han reunido con fiscales en otras jurisdicciones de todo el mundo para exactamente estos fines”.
El dijo que no ha hecho nada malo, que las reuniones que ha tenido con el Fiscal general de Suiza son totalmente legales, y que está dentro de sus funciones como presidente de FIFA.
Sus dichos hacen alusión a que la investigación está directamente relacionada con la renuncia del responsable de fiscalía suiza, Michael Lauber, cuestionado por su gestión del FIFA Gate a raíz de unas reuniones no informadas que realizó con el mandamás del fútbol mundial. Lauder e Infantino se encontraron de forma informal en varias ocasiones en 2016 y 2017, despertando las sospechas.
El fiscal federal extraordinario Stefan Keller sostiene que “existen elementos constitutivos de un comportamiento objetable” tras uno de los encuentros entre Michael Lauber, Gianni Infantino, y el primer fiscal del Cantón del Haut-Valais, Rinaldo Arnold. Desde las autoridades judiciales de Suiza advirtieron que existen “indicios de conductas criminales” (o sea, algo huele bien feo) y por eso abrieron una investigación en la que intentarán aclarar si existieron una serie de sospechas: abuso del cargo, violación del secreto oficial, favoritismo y la instigación de estos hechos, según informaron medios de Suiza. En fin, ya no se puede confiar en nadie en medio de tanta corrupción.
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