JUNTAS SOMOS MÁS! Esto es lo que gritan las mujeres alrededor de todo el mundo en clamor a la igualdad de derechos entre los géneros. Cada 8 de marzo, las mujeres celebran su unión en alianza para la defensa de sus derechos, llaman a esta unión como una larga genealogía de mujeres activistas, sufragistas y sindicalistas. Sin embargo, tras todas sus luchas, saben que aún no es suficiente, sino que queda mucho por hacer y seguirán luchando.
Los crímenes de odio hacia las mujeres dejan historias y cifras devastadoras. En contraste con una conciencia de igualdad que en teoría aumenta, el número de mujeres y niños asesinados en un entorno de violencia doméstica han incrementado. La brecha salarial entre los hombres y las mujeres sigue siendo sorprendentemente angosta. “Las mujeres no solo trabajamos en fábricas, oficinas o tiendas, sino que a menudo tenemos dobles y triples jornadas. Debemos cuidar a hijos e hijas, cocinar, hacer la compra u ocuparnos de las personas dependientes”, explican desde la Comisión 8M. Estos trabajos asignados por género históricamente son designados por parte del patriarcado, afectando directamente a las mujeres.
El acoso y el abuso por razón de género o sexual es una realidad para las mujeres en todos los ámbitos. El 49,6% de la población mundial son mujeres. La mitad. “La intención con las movilizaciones y los paros del 8 de marzo en nuestro país es hacer visible, a través de la ausencia, cuánto necesita el sistema a las mujeres para funcionar”. Finalmente, buscan reescribir la historia y luchar en contra del patriarcado y la cultura patriarcal. Por eso es que el 8 de marzo, de forma internacional, convocan a todas las mujeres del mundo a la HUELGA FEMINISTA.
“¡BASTA! De opresión por nuestras orientaciones e identidades sexuales! Denunciamos la LGTBIfobia social, institucional y laboral que sufrimos muchas de nosotras, como otra forma de violencia machista. Somos mujeres y somos diversas” – citas del Manifesto Feminista.