Penka, la vaca roja que se encuentra en su sexto mes de gestación, se escapó de Bulgaria por accidente y entró a territorio serbio al pueblo sin ser interceptada por los guardias de frontera. Luego fue recogida por un granjero serbio que logró identificarla gracias a su distintivo y finalmente fue entregada a su propietario Ivan Haralampiev.
Sin embargo, al salir de territorio de la Unión Europea y volver a ingresarlo, deberá ser sacrificada debido a la reglamentación comunitaria que le impide regresar de nuevo a su país de origen, lo que ha molestado a su propietario que clama por su vida. Aunque en le hayan otorgado una certificación de salud por parte de Servia, Penka no tenía la correcta documentación al momento de re-ingresar a la UE.
Así fue como comenzó la triste historia de la vaca fugitiva, que según su dueño no tendrá un final feliz. “A pesar de un certificado veterinario expedido en Serbia que testimonia la perfecta salud de su vaca, las autoridades búlgaras exigen que sea de inmediato sacrificada.”
“El motivo es que ella salió de las fronteras de la UE, penetrando en Serbia, y no puede ser reimportada a la UE, de la cual Bulgaria forma parte”, explica Haralampiev.
Las autoridades búlgaras aseguran que no hay ninguna solución al incidente, a pesar de los reclamos por clemencia por parte de todo el país que se generaron luego de escuchar el relato del dueño de Penka.
Aunque no haya mucha esperanza, seguimos esperando lo mejor para Penka y deseamos que las autoridades tengan algo de misericordia para su caso.