Admítelo, ¿cuántas veces acudiste a Google durante la cuarentena para consultar si la fiebre, tos o dolor de cabeza que sentiste de un momento a otro se relacionaban con los síntomas del COVID-19? Y no solo de esta enfermedad, sino de tantos otros males que nos aquejan y pretendemos resolverlos mediante diagnósticos y su correspondiente cura aconsejada en internet.
Pues, debes saber que un estudio publicado por Journal of Australia muestra que los sitios web que diagnostican tus síntomas en línea son precisos solo un tercio de las veces. Según la investigación realizada por la Universidad Edith Cowan, solo el 36% del tiempo se da un diagnóstico conveniente, pero no te fijes en que 36 es un buen número, o que tú pudiste ser parte de esa cifra, más bien fíjate en el 64% del margen de diagnósticos incorrectos, esa cifra sí que es alta.
El estudio analizó 36 sitios web y apps con presencia internacional, en nombre del aproximadamente 40% de australianos que buscan en internet la evidencia de sus enfermedades. Según la autora principal del estudio, Michella Hill, “la mayoría de las veces, los sitios web que diagnostican síntomas no son confiables y pueden ser peligrosos en el peor de los casos, pues no conocen tu historial médico u otros síntomas”. También, se indica que el problema radica en la falta de control de calidad, porque casi no existen regulaciones oficiales que supervisen los sitios web de diagnóstico de síntomas. “No sabemos realmente de dónde provienen los datos”, dice Hill, o si son verificados de alguna forma.
Okey, Google es como un segundo cerebro, pero no puedes pedirle que te precise, con tus palabras mal escritas a veces, la condición de tu sistema corporal. Por más que en el IESS ni siquiera te mire el médico al momento de valorar tus síntomas, internet tampoco es la mejor opción para resolver tus enfermedades.
Por Jenniffer Rodríguez