Es difícil, duro e incomprensible la pérdida de un ser querido, siempre deja una sensación de vacío y desorientación, más aun cuando se ha dado de forma trágica y súbita.
Hablar de la muerte es un tema que siempre incomoda y causa curiosidad, que hay en el mas allá, lo podemos abordar desde muchos puntos de vista y dar cientos de hipótesis, la verdad no lo sabremos hasta el día que partamos de esta vida. El golpe emocional y lo que se presenta después de la perdida varía en cada persona, no hay una forma exacta de responder en estos casos.
Pueden pasar días y semanas, te puedes despertar llorando, romper en llanto al revivir un recuerdo, sentir apesumbrado o una sensación de vacío, en fin hay tantas situaciones por la que las personas pasan al pasar por el duelo.
Así pues, esta etapa aunque difícil no debe convertirse en un camino difícil de transitar, me gustaría compartirte algunos puntos claves que pueden ayudarte si estás atravesando alguna situación de pérdida.
a) El duelo es una etapa que nos permite hacer esa liberación emocional y no siempre es de forma lineal, habrán días con altibajos y días que sentiremos que avanzamos, no es quien “supera” esta etapa en el menor tiempo posible, si no quien mejor maneja sus emociones y las sana.
b) El sufrimiento y el dolor es parte de la vida, no hay fórmula para evitarlo y menos aún para eliminarlo, el duelo como tal es un proceso necesario que si es bien elaborado vemos que será saludable y traerá bienestar emocional a largo plazo, en cambio sí tratamos de evitarlo, nos traerá angustia y muy probablemente más sufrimiento. no hay nada más desgastante que el sufrimiento psicoemocional.
c) Cuando existe la perdida de una persona no solo desaparece ella, sino un cumulo de historias, recuerdos etc. En momentos de crisis en ocasiones se llegan a tomar decisiones erradas, una de ellas es tratar de “reemplazar” a la persona que ya no está, permítase el tiempo de llorar, de extrañar y enfóquese en sus emociones. Eso sí, no trate de proyectar en otras personas sus sentimientos y emociones.
d) El duelo nos ayuda a ir fortaleciendo nuestra resiliencia, llegamos a madurar por medio del dolor, entramos en un proceso de reconstrucción y no seremos los mismos al finalizar el duelo, vemos la vida desde otra perspectiva de una forma más empática y sensible.
e) Levantarse después de una etapa de duelo, nos prepara para lo que tenemos por delante, hay un aprendizaje y comenzamos a valorar más el tiempo y la vida, existen muchos testimonios de personas que han pasado esta etapa y al finalizarla manifiestan verse renovados.
La mente no olvida, los recuerdos de los seres queridos siempre estarán ahí, hasta el último aliento que tengamos, y la mejor forma de honrar a esos recuerdos, es viviendo con amor y sentido cada instante que tengamos.
Y recuerda, si notas que requieres ayuda profesional de salud mental, búscalo, tu vida psicoemocional siempre será importante, no podemos hablar de salud sino hablamos de salud mental también.
Un saludo,
Jonatán Suarez
Psicólogo Clínico