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¿Qué pasa por la cabeza de un fiestero que no le teme al coronavirus? Esto…

PorJenniffer Rodríguez

Nov 20, 2020

“Las autoridades no tienen ninguna consideración por el mundo de la noche, no han ofrecido alternativa alguna a la gente fiestera que solo puede ir a raves ilegales”, fueron las palabras de Lucía (30), tan solo una de los cientos de asistentes que el pasado 31 de octubre se dieron cita en un enorme rave ilegal, en el distrito XV de París (Francia).

Esto sucedió apenas un día después que el Gobierno francés decidió volver al confinamiento total, ante el fracaso que tuvieron las medidas adoptadas de forma parcial. Durante un discurso televisado, el presidente Emmanuel Macron manifestó que “ni las previsiones más pesimistas habían anticipado que el virus circulara con esta rapidez“, advirtiendo que  esta segunda ola “será más dura y mortífera que la primera“.

Pero es evidente que esta situación no ha significado un impedimento para que cientos de jóvenes vayan a fiestas ilegales. Para Lucía, los espacios festivos son espacios políticos, además que, “hay muchos lugares en los que la gente puede infectarse fácilmente y que han permanecido abiertos, como el metro, pero las discotecas llevan cerradas más de siete meses”.

Alí (30 años) también estuvo presente en aquel rave. Este joven ha permanecido desempleado 2 meses, pero su sentimiento de nostalgia por los tiempos previos a la pandemia se inclina más por la vida parisina de las fiestas. “No he salido en mucho tiempo, echo mucho de menos cómo solía ser París. Echo de menos las fiestas de tecno que teníamos antes del covid”, lamentó.

Ariane (22) dice haber tenido problemas de salud mental en los últimos meses, debido a que el confinamiento le ha robado la libertad. Admite que cuando todo empezó a abrir de nuevo, ella estaba contenta de poder salir. Sobre su paso por el rave del 31 de octubre, señaló que “sabía que esta fiesta sería la última en mucho tiempo y me gustó todo eso del aspecto prohibido. Sé que el virus está presente, pero necesitaba de verdad estar aquí”.

La policía recién se hizo presente alrededor de las 06h30 para interrumpir la fiesta clandestina, cuando la mayoría de sus asistentes ya había partido. Como resultado, dos de los organizadores fueron aprehendidos, sin embargo, la mayoría de los presentes no enfrentó ninguna consecuencia relacionada con la justicia. Realmente, no se sabe si salieron contagiados del lugar.

Jenniffer Rodríguez

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