Al inicio, se aseguraron 50 mil dosis de la vacuna Pfizer contra el covid-19. Para aparentar ser más generoso y de brazos abiertos, el 13 de enero de 2021, Lenín Moreno aumentó 36 mil dosis extra para un total de 86 mil vacunas que llegarían a Ecuador desde el 18 de enero hasta fines de marzo. Para el 26 de enero, el Ecuador cuenta con 242.146 casos confirmados de covid-19, y según las dudosas cifras oficiales, cerca de 15 mil muertes asociadas a este virus. Con unidades de cuidado intensivo al tope de su funcionamiento en ciudades como Quito y Guayaquil, con centros médicos clandestinos ofreciendo falsas vacunas, y con supuestas curas homeopáticas milagrosas contra esta enfermedad, uno pensaría que las cosas no podrían ponerse más indignantes, estresantes y penosas en materia de salud en el país…hasta que el Ministro Juan Carlos Zevallos hizo de las suyas.
El 20 de enero, durante la tarde, llegan las primeras 8 mil dosis de la vacuna Pfizer contra el covid-19 al Aeropuerto Mariscal Sucre de Quito desde Bélgica. La cuarta vicepresidenta de este gobierno, María Alejandra Muñoz; el tercer ministro de salud, Juan Carlos Zevallos; y el eterno “este gobierno hace bien las cosas”, Juan Sebastián Roldán, reciben las vacunas acompañados de algunos periodistas y personal del aeropuerto. “Hoy se abre la luz para nuestros abuelos, padres, para nuestros hijos y hermanos” dijo la vicepresidenta durante su intervención. Y quien escuchó el “nosotros” de una manera muy personal fue el señor Zevallos, quien, al parecer, pensó para sus adentros: NOSOTROS. Zevallos indicó que las primeras dosis se aplicarían en el Hospital Pablo Arturo Suárez de Quito, el Hospital del Guasmo en Guayaquil y en el Hospital Vicente Corral Moscoso en Cuenca…pero ese NOSOTROS se quedó en su cabeza.
Para Zevallos, al parecer, todo es un chiste de mal gusto. Desde indicar el caso de corrupción de los carnets de discapacidad afirmando que varios futbolistas los tienen y de ahí la razón por la cual “no metemos goles”; inventar datos para tranquilizar y no causar “drama”; y llegar al colmo de la desfachatez la noche del 25 de octubre de 2020 al asegurar que los médicos que se contagiaron y fallecieron a causa del covid-19 lo hicieron debido a un contagio en el “ámbito social” siendo ellos los que “llevaron la enfermedad a los hospitales”. Se pensaba: “Bueno, en este Gobierno han pasado tantas pendejadas, que no podría ser peor”. Pero no: las cosas siempre pueden empeorar, y de las formas más terribles posibles. El 21 de enero, como “homenaje a todas las personas, especialmente al personal de salud que sufrió de la enfermedad”, Zevallos se inmuniza en Guayaquil, convirtiéndolo en una de las primeras personas del país en recibir la vacuna contra el covid-19.
El 23 de enero, una brigada del Hospital Pablo Arturo Suárez llega al Hospital de los Valles -residencia geriátrica y una de las casas de salud más exclusivas del país- para vacunar a su personal sanitario y a personas de la tercera edad. El NOSOTROS regresó a la mente de Zevallos cuando, en entrevista, justificó que tenía varios familiares en ese hospital (incluyendo a su madre) y que las vacunas se aplican independientemente en centros públicos y privados. “No vamos a dar chance de que personas inescrupulosas tomen ventaja de sus posiciones para vacunarse primero” añadió el ministro, como tratando de formar parte de los indignados por su deleznable acción. “Negarle la segunda dosis sería un error” dijo al referirse a Karina Añazco, directora de comunicación del HCAM de Quito, quien fue vacunada de manera arbitraria el mismo día que el ministro “homenajeó” con su vacuna a los muertos en Guayaquil.
Después de tres días del suceso en Quito, el 26 de enero, la Secretaria de Comunicación, Caridad Vela dice que el presidente y todo su gabinete respaldan al 100% al ministro Zevallos. También, al preguntarle en entrevista radial, cuántas vacunas llegarán esta semana al país, la secretaria dijo que, no tenía la menor idea por encontrarse en Washington. La noche del domingo 24 de enero, el Defensor del Pueblo, Freddy Carrión, solicita al presidente Moreno la destitución de Zevallos de su cargo por falta de trasparencia y conflicto de intereses en la gestión pública del proceso de vacunación contra el covid-19. La noche del 26 de enero, con el voto a favor de 121 asambleístas, y 4 abstenciones (Rosa Verdezoto, Franco Romero, William Garzón y Julio César Quiñonez), la Asamblea aprobó una resolución para exigir al presidente Moreno la destitución de Zevallos, además de apoyar un juicio político en su contra por incumplimiento de funciones en el proceso de vacunación.
Porque NOSOTROS, no contamos para los intereses de este corrompido gobierno en el que, al parecer, se necesitan de tres cosas para ocupar un cargo gubernamental: ser imbécil, ser egoísta y apoyar todas las pendejadas que haga y diga el presidente de la república. A esto también debemos sumar, y no olvidarnos, que NOSOTROS, padecemos de la corrupción en sus sobreprecios en la compra de 10 millones de mascarillas o bolsas para cadáveres, peculado en compra de insumos médicos (en las que inclusive el acusado, Abdalá Bucaram, es candidato a la Asamblea Nacional), sobreprecios en hospitales públicos (Daniel Salcedo y Jacobo Bucaram la pasan de maravilla en la suite-cárcel 4 de Quito), la red de corrupción en la construcción del hospital de Pedernales, reparto de hospitales entre los honorables e indignados asambleístas, sobreprecio en compra de canastas de alimentos (Alexandra Ocles está fresca como lechuga por esto, y gluten free para rematar), más irregularidades en compras de insumos médicos, carnés de discapacidad para no tan discapacitados…pero NOSOTROS debemos ser resilientes con todas estas atrocidades, y quedarnos callados y aceptar un presente y futuro de mierda.
Si existe un momento para decirle basta a toda la inmundicia política, SIEMPRE ES AHORA.
Por Sebastián Vera
En mis redes: @sebis_vera