Rafael Nadal ha conquistado su doceavo trofeo Conde de Godó tras derrotar al griego Stefanos Tsitsipas por 6-4, 6-7(6) y 7-5, en tres horas y 38 minutos, algo que ya no sorprende de nuestro “Rey de Arcilla”, que acumula su triunfo 452 en tierra batida.
No importo nada que el griego viniera en una buena racha (9 victorias al hilo), ya que se encontró con una pared.
Rafa llegó con dudas a la Ciudad Condal y se va con la sensación de estar listo para darse con todos en la cancha de arcilla, demasiado motivado para ganar este año su catorceavo Roland Garros y bajarse el récord de “Su Majestad” Federer con el cual comparte la meta de 20 Grand Slams.
Tsitsipas arranco el partido de una manera apoteósica, sacando una ventaja de 3 – 1. El número uno del año tenía puntas de saque a 224 kilómetros por hora y no mostraba nerviosismo en los largos intercambios por la confianza que ha adquirido con el revés a una mano. Cuando lograba impactar parado con su derecha, todos los puntos caían de su lado.
Nadal salvó el quinto juego y sólo permitió un juego más a su rival en la manga inicial. Después del 2-4, sumaría los siguientes cinco juegos para tomar ventaja en el marcador y en la continuación.
Tsitsipas no se iba a rendir tan fácilmente porque no se lo permite su carácter ganador. Se repetiría el guion del primer set con el segundo ‘break’ del heleno en el tercer asalto. A Rafa le penalizaba una media de velocidad en el segundo saque que no superaba los 135km/h.
Era la tercera vez en la historia del Godó que dos jugadores en el ‘top5’ mundial se veían en la final. Los protagonistas respondían a las expectativas de una central llena en las 1.000 localidades permitidas por el Gobierno catalán.
Hasta la semana pasada, Rafa era el numero 12 del mundo, luego de este triunfo; pasa a ser octavo, por encima de Sasha Zverev. A sus 34 años, tiene largo y tendido para romper todos los récords vigentes en el “Deporte Blanco”
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