Reflexionar y despertar la consciencia.
Las protestas sociales suscitadas en los últimos años en Ecuador, Chile y ahora en Colombia, son la respuesta de sociedades cansadas de no ser escuchadas, por gobiernos que no han sabido o no han querido entender las necesidades y dificultades que aquejan a sus conciudadanos, siendo en los tres casos las medidas económicas que afectan a los estratos más pobres de la población el detonante del conflicto.
A la inconformidad ciudadana, se suma la polarización ideológica, entre gobernantes y gobernados, mantenido discursos beligerantes, los primeros reprimiendo fuertemente las protestas, estableciendo categorías para referirse a quienes están en contra de las decisiones del gobierno como: “el bando de los violentos y criminales”, incluso acusando la intervención de terceros en los asunto internos; los segundos, resistiendo la represión de la que son objeto, llegando en algunos casos a actuaciones violentas por defender su posición, escalando con ello el conflicto social, sin que ninguna de las partes quiera dar el brazo a torcer.
Esa polarización ideológica, es la que nos ha vuelto ciegos, insensibles, intolerantes, incapaces de empatizar, de entender ideas o posiciones diferentes. Ha imposibilitado que podamos ver como el otro comprende y concibe la vida en sociedad, nos ha quitado los matices, imponiendo la validez de una sola visión de mundo, guiándonos ineludiblemente a optar por uno u otro camino, sometiéndonos a la decisión del más fuerte y forzándonos a entender que la finalidad de la vida en sociedad es la competencia y no la convivencia.
Hemos dejado de lado la reflexión que supone la vida en sociedad, cuestionar nuestra propia visión de mundo, la manera en que vivimos, existimos y como nos relacionamos, lo que es prioritario transformar y lo que es fundamental conservar. En este momento tan convulsionado, necesitamos más reflexión y consciencia sobre nuestro actuar, necesitamos convivir desde el entendimiento y el respeto a la diferencia.
Esperemos que nuestros nuevos gobernantes sean capaces de llegar a entender la importancia de ser conscientes de la necesidad de reflexionar sus decisiones en función de los intereses sociales dejando de lado los sesgos ideológicos.
Por: María Fernanda Carrión
Twitter: @mariafercm